“Se dice que los parientes de (Gonzalo) Figueroa los están buscando por cielo y tierra a los que mataron al chango. Esto no quedará así, habrá más muertes”, dijo Luciano. La advertencia de este joven cadete fue publicada en la edición de ayer de LA GACETA y horas después se concretó. Dos jóvenes muertos, un niño de 12 años en grave estado, y otras dos personas resultaran heridas en un nuevo hecho de violencia registrado en Villa 9 de Julio. Otra vez el ruido de las armas de fuego alteró la poca paz que se gozaba en el barrio. Este fue el lamentable final del plan de venganza que orquestó una familia que estaría vinculada a una red de narcomenudeo.
El martes a la madrugada se escribió el primer capítulo de esta sangrienta historia. Franco “Caco” Almirón y su primo “Manzanita” atacaron a Raúl “Lobizón” Lobo, donde supuestamente se produjo un tiroteo. La balacera provocó la muerte de Gonzalo Figueroa, heridas de su hermano Julio y al vecino Cristian Mansilla. El hecho generó un clima de extrema tensión en la zona. Desde el martes mismo se dijo que algo malo podría pasar.
Un plan
El plan de venganza, según la información que manejan las fuerzas federales que se dedican a luchar contra el tráfico de drogas, se habría comenzado a gestar en el mismo velorio de la víctima. Allí detectaron la presencia de personas de otras provincias que podrían haberse ofrecido a brindar colaboración para ajustar cuentas. Pero era muy pronto para hacerlo y, además, los Almirón se fueron de sus casas para evitar ser víctimas de represalias.
En la audiencia de acusación en contra de “Caco” Almirón, se ventiló que los familiares no se habían escapado de la provincia, sino que se refugiaron en la casa de un pariente que vive en la Blas Parera al 500, en el barrio Matadero de Villa 9 de Julio.
La familia de la víctima anotó el dato. Ayer, cerca de las 14.30, en un VW Gol negro, conducido por un tal “Miguelón”, hermano del joven fallecido, juntos a otros parientes, se presentó en esa dirección. En la esquina, estaban charlando un grupo de jóvenes. “No les importó nada, comenzaron a disparar a lo loco. Fue una balacera tremenda. Después huyeron a toda velocidad”, explicó Luis García.
El saldo del ataque fue terrible. Cuatro personas resultaron heridas y todas fueron trasladadas al Centro de Salud. Héctor Gabriel Amaya (33) llegó al lugar sin vida; Leonardo Sepúlveda (26) murió a los pocos minutos; Gonzalo Greco (12) lucha por su vida por los tres disparos que recibió; Maximiliano Limdon (19) se encuentra en estado delicado; y Franco Galván (26) que ya fue dado de alta porque sólo recibió un disparo en la mano izquierda.
“El chiquito no tiene nada que ver. La ligó de arriba porque sólo estaba jugando en la vereda. Ya no se puede vivir más así. Esto se tiene que terminar de alguna manera”, indicó Juan Carlos Mariani. “Todo esto es una prueba más de que somos la paria. Somos pobres, pero no por eso nos van a dejar abandonados”, agregó con lágrimas en los ojos.
Los sospechosos
Personal de la división Homicidios, al mando de los comisarios Jorge Dib, Diego Bernachi y Juana Estequiño, recorría las calles de Villa 9 de Julio. Además de “Miguelón”, estarían implicados como posibles autores del hecho, un tal “Cabeca” y los hermanos Íñigo.
“Los muertos y heridos son conocidos de los Almirón. Pero ellos no estaban ahí. Estos hijos de puta, pasaron buscándolos. Vieron a un grupo de jóvenes y tiraron sin asco. Espero que los metan presos y no salgan más”, pidió Doña Juana.
El clima de tensión en la zona se agravó aún más después de este ataque. Mientras la Policía buscaba a los autores del doble homicidio, los sonidos de armas disparándose inquietaban a todos. “Esto será así. Imagínese, el ataque se produjo en la zona donde dominan Los Toros y Los Carrión (dos clanes sospechados de estar vinculados a la comercialización de drogas. Vino esta gente, no respetó nada y generó semejante lío. Le puedo asegurar que no deben estar muy contentos con lo que pasó”, indicó Esteban, un joven trabajador que se apresta para viajar a la cosecha de manzanas en Río Negro. “No me iré tranquilo sabiendo que las cosas están mal en el barrio”, añadió.
Después del cruento ataque, las calles de los barrios Matadero y San Roque comenzaron a ser recorridas por uniformados. “Me encanta, recién ahora aparecen por aquí. Cuántas muertes más tendremos que ver hasta que saquen a todos los que venden droga”, se preguntó irritada Luciana, empleada doméstica.
Los detalles del caso
El martes, Franco “Caco” Almirón y su primo “Manzanita” mataron a Gonzalo Figueroa. También hirieron a otras dos personas.
En el velorio de la víctima, parientes y allegados habrían comenzado a elaborar el plan de venganza en contra de los Almirón.
En una audiencia judicial, los allegados de la víctima se habrían enterado dónde podrían estar ocultos los sospechosos del crimen.
Ayer a las 14.30, se presentaron en el lugar y dispararon sin piedad en contra de un grupo de personas. El niño no estaba con ellos.
El principal sospechoso: “Miguelón” anunció que se entregará
Su defensor se comunicó con el personal de Homicidios para informarle que “Miguelón” pretende presentarse ante las autoridades. El joven, hermano de Gonzalo Figueroa, tiene numerosos antecedentes por robo y, desde hace varios años, sería el cabecilla de una red de narcomenudeo que domina el barrio San Roque, de Villa 9 de Julio. Hasta el momento, las autoridades no pudieron confirmar si tiene causas pendientes con la Justicia Federal por comercialización de drogas. Tampoco se pudo constatar que el principal sospechoso del homicidio haya estado gozando de un arresto domiciliario como denunciaron los vecinos del lugar.